lunes, 3 de noviembre de 2014

El Arrebatamiento o Rapto de la Iglesia

“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.  En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:1-3).

Antes de salir de este mundo y ascender vivo y corporalmente al cielo, el Señor Jesucristo dio una promesa especial a Sus discípulos, los verdaderos creyentes. Les informó que iba a preparar lugar para ellos en la casa de Su Padre, y que vendría y les llevaría a estar con Él en ese lugar. Este suceso es conocido como el arrebatamiento, o el rapto. ¿Realmente estás preparado para ello?

¿QUÉ ES?

    Consultando un diccionario ordinario y la Biblia podemos contestar y aclarar muchas preguntas. El diccionario lo explica así: “rapto. (del lat. raptus.) m. Impulso, acción de arrebatar”.  Entonces, ¿qué es arrebatar? Otra vez al diccionario: “arrebatar. Quitar o llevar tras sí con violencia y fuerza”.
    La Biblia usa el término “arrebatar” para describir la desaparición masiva e instantánea de la iglesia, no una organización sino todos los verdaderos creyentes nacidos de nuevo por la fe en el Señor Jesucristo. En 1 Tesalonicenses 4:16-17 leemos:

    “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.

    En el arrebatamiento, el rapto, miles de personas, todas creyentes, desaparecerán instantáneamente. Esto no es un cuento. No las llevará ningún “extraterrestre”. No irán a otro planeta. No serán aniquiladas. Como hemos leído en Juan 14:1-3, el Señor Jesucristo las llevará a la casa de Su Padre, al cielo, al lugar especial que Él ha preparado para ellas. Es cuando Dios por Su gran poder sacará de este mundo a los verdaderos cristianos, y los pondrá a salvo en el cielo. Este traslado instantáneo y milagroso tomará lugar justo antes del tiempo de la ira divina y terribles juicios venideros que la Biblia llama: “La Tribulación”. (léanse 1 Tesalonicenses 5:1-10, 2 Tesalonicenses 1:8-9 y Apocalipsis capítulos 6 al 19 inclusive).

¿REALMENTE ESTÁ EN LA BIBLIA?   

    ¡Claro que sí, pues lo acabamos de leer! Juan 14:2-3 es una promesa del Señor Jesús dada, no a todo el mundo, sino exclusivamente a los Suyos. 
    Algunos piensan que el rapto es una doctrina inventada en el siglo XVIII por una mujer en Inglaterra, y posteriormente introducida en ciertas iglesias evangélicas por un hombre que tuvo contacto con ella. ¡Nada más lejos de la verdad! Muchos creen cosas así, no porque hayan estudiado el tema en la Biblia, sino porque han oído o leído cosas así de otros. Pero lo que hemos leído aquí y leeremos es la Sagrada Escritura, Palabra de Dios, no de los hombres. El arrebatamiento no es una doctrina de hombres, sino parte del plan divino que Dios ha revelado.
    Otros piensan que el rapto es simplemente la Segunda Venida de Cristo, pero también se equivocan. En la promesa dada en Juan 14:2-3, el Señor Jesús no se refiere a Su Segunda Venida al mundo para reinar, sino a una venida al aire, en las nubes sobre el mundo, para recibir allí a los Suyos y llevarlos entonces al cielo consigo. Léelo otra vez y observa cuidadosamente los siguientes términos:

    · “en la casa de mi Padre” (el cielo)   
    · “voy” (del mundo al cielo)   
    · “a preparar lugar” (en el cielo)
    · “vendré otra vez” (al mundo)   
    · “y os tomaré a mí mismo” (arrebatados)
    · “Para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (en la casa del Padre, en el cielo)

    Algunos dicen que es una creencia sacada de un texto aislado y luego malinterpretado. Se equivocan, porque este hermoso texto no es el único en la Biblia acerca del arrebatamiento. Por ejemplo, 1 Corintios 15:51-52 habla a los creyentes, y dice:

    “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados”.  
    
1 Tesalonicenses 4:16-17 también habla a los creyentes, prometiendo que “el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo”. Entonces, al descender así el Señor del cielo, pasarán lo siguiente:

    · “seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes
    · “para recibir al Señor en el aire”       
    · “y así estaremos siempre con el Señor

    Sí, el rapto de los creyentes está en la Biblia. Observa que dice: “seremos” y “estaremos”, porque habla a nosotros los creyentes. Pero vosotros los que no creéis, no seréis arrebatados en las nubes. No recibiréis al Señor en el aire. No estaréis siempre con el Señor. Al contrario, me da lástima decirlo pero es la verdad: estaréis siempre con el diablo y el anticristo. Os quedaréis en tierra. Tendréis la desdicha de vivir en un mundo sin cristianos, el mundo gobernado por el diablo y su rey, el anticristo, aquel inicuo, el hombre de pecado. ¡Qué mundo será! Si no eres verdaderamente creyente en el Señor Jesucristo, nacido de nuevo, salvo por la gracia de Dios, una nueva criatura, entonces no estás preparado para el rapto. Y si no estás preparado, no irás con el Señor Jesucristo. Mi consejo es: "¡Prepárate amigo, porque en un instante Él vendrá!”

¿CÓMO SERÁ ?

    Hay varios términos que debemos considerar respecto a este suceso inminente.
    El primero de ellos es: repentino. El rapto es un suceso repentino. Quiere decir que el rapto acontecerá sin señales ni avisos previos. Ya hemos recibido todos los avisos que hay, los que están en la Palabra de Dios. No habrá señales especiales ni nada que indique que el rapto esté a punto de suceder.
    Segundo, el rapto será instantáneo. No habrá tiempo para observarlo, porque no será un proceso sino un acto divino, milagroso e instantáneo. La Biblia dice que tomará en “un abrir y cerrar de ojos” (1 Co. 15:51-51).
    Tercero, el rapto será selectivo. Dios no va a llevar a todo el mundo al cielo. Sólo llevará a los creyentes. En Juan 14:2 Cristo dijo: “voy, pues, a preparar lugar para vosotros”. Al decir “vosotros” se refiere a los verdaderos creyentes y discípulos Suyos, no todo el mundo. En Mateo 7:14 el Señor dijo que “pocos” hallan la puerta estrecha que conduce a la vida.   
    Cuarto, el rapto es único y definitivo. No habrá más oportunidad. Sólo vendrá así una vez el Señor para llevar a los Suyos al cielo, y entonces, una vez recogidos en la casa de Su Padre, se desencadenarán los juicios de la gran tribulación sobre el mundo gobernado por el diablo. Hay novelas y películas sobre eventos futuros que dan a entender que los que rechazan el evangelio ahora tendrán una segunda oportunidad después del rapto. Enseñan que algunos se darán cuenta de su error y se salvarán. No así habla la Palabra de Dios. El apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu de Dios, advierte acerca de “...los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad” (2 Ts. 2:10-12).
    Amigo, si no te arrepientes y crees el evangelio ahora, si sigues rechazando al Señor y el amor de Dios, entonces, cuando el Señor arrebata repentina e instantáneamente a los Suyos, te quedarás en tierra y no tendrás más oportunidad para ser salvo. Serás condenado a creer una gran mentira con el resto del mundo, serás engañado, seguirás al anticristo y le adorarás. Recibirás la marca de la bestia, aunque ahora digas que no. Perecerás en los terribles juicios de Dios descritos en el libro de Apocalipsis, comparecerás ante el gran trono blanco de Dios para ser juzgado por tus obras y condenado, e irás al infierno para siempre. No hablamos de cuentos, filosofías ni opiniones. Te juegas la eternidad. Prepárate ahora para el rapto. Arrepiéntete de tus pecados y confía en el Señor Jesucristo y serás salvo de la ira venidera.

Carlos Tomás Knott
  

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